ondinas

Visitando mares virtuales

4.23.2007

Las marchas (hipócritas) de hoy

Ahora si salen a marchar a favor de la vida todas las almas puras y bondadosas, católicos fervientes (y no tanto) de México. ¡Qué bueno que se manifiesten! Como ya varios comentaristas lo han dicho ‘en una democracia todos deben expresar su opinión’, lo lamentable de todo esto es que en otros asuntos en los que vidas humanas están en peligro o se han extinguido ninguna de estas almas puras y bondadosas ha abierto su bocota. ¿Qué han dicho cuando aparecen mujeres muertas en Ciudad Juárez? ¿También marchan y amenazan a los posibles asesinos? ¿Qué dicen sobre la pobreza y miseria que cada día crece más en países como el nuestro? ¿Ha mandado el señor Benedicto XVI alguna protesta escrita o ha ordenado una cruzada para combatirla? ¿Por qué no dicen nada sobre las multinacionales que a través de prácticas desleales y violación de las normas laborales explotan a sus trabajadores, mujeres y niños? ¿Por qué no se pronuncian en contra de los asesinatos a periodistas que generalmente quedan impunes? Ya no soporto más que la iglesia en México esté influyendo en la política mexicana y menos aún que la clase política les rinda homenaje público. Quiero aclarar: yo no voté por este partido ultra-derechista que llegó al poder por segunda vez y en esta ocasión de manera turbia… ¡y pensar que apenas vamos iniciando!... esto será un via crucis...

4.13.2007

JESUCRISTO GAY


¿Qué les parece esta imagen? Este es un cartel elaborado por una estudiante llamada Nayla Alcántara y que fue presentado en una muestra de carteles que versaba sobre las “Identidades deseables e identidades indeseables de nuestro tiempo”, muestra que organizo desde hace un año y que tiene la finalidad de presentar temáticas relativas a la tolerancia, la interculturalidad, la equidad de género, el respeto a las creencias diferentes, a las capacidades diferentes, etc. Resulta que en esta ocasión, y para mi sorpresa, este cartel trajo consigo un gran revuelo entre la comunidad de la universidad en la que se presentó, a tal grado que tanto yo como la autora recibimos algunas amenazas.

¿Qué fue lo que pasó? El primer indicio de que algo ocurriría fue que siempre que yo pasaba por la mampara en la que se colgó el cartel éste estaba en el suelo; cosa extraña ya que ningún cartel de la muestra se podía descolgar pues estaban muy bien fijados, además de que había algunos policías vigilando el lugar. En una ocasión recibí una llamada de estos vigilantes pidiendo que quitara el cartel “porque se caía mucho y lo tenían que estar recogiendo”. Fui al lugar y lo que hice fue colgarlo de manera que no se pudiera volver a caer, cosa que no ocurrió porque a los dos días estaba otra vez en el suelo.

Después comencé a recibir correos electrónicos anónimos pidiéndome que quitara tan irrespetuosa manifestación, algunos incluso llegando a la ofensa o grosería. Hice caso omiso de éstos por lo que un día aparecieron frente a mi un grupo de jóvenes profundamente religiosos que no me pedían, sino que me exigían que quitara tal cosa de la muestra “ya que en las escrituras no decían que Jesús fuera homosexual” y que esto, por lo tanto, era una blasfemia. Yo les expliqué las razones por las que este cartel, como muchos otros, había sido incluido y que, entre otras cosas, si bien las escrituras no indicaban que fuera homosexual, tampoco decían lo contrario.

Estuve como una hora discutiendo tales cosas al grado de casi exasperarme hasta que algo los dejó tranquilos: “Miren jóvenes, si quito el cartel en este momento va a suceder como con la película de El crimen del padre Amaro, película que llegó a ser más famosa y conocida por el escándalo mismo que la iglesia propició que por su temática o calidad.” Los chicos estuvieron de acuerdo y prefirieron que tal ‘insulto’ no llegara a ser conocido por más gente por lo que se fueron menos agitados no sin antes decirme que rezarían por mí alma pues seguramente iría derechito al infierno…

Definitivamente como sociedad en México aún no estamos preparados para la apertura hacia la tolerancia, el libre flujo de ideas e ideologías diferentes, ni para afrontar temas como los de la no penalización del aborto o la eutanasia. Si una simple imagen escolar mueve a tal grado conciencias puras y santas como para llegar al descrédito y las amenazas ¡imagínense con temas de mayor envergadura social! Lamentablemente nos encontramos ante fuerzas muy oscurantistas que definitivamente no nos dejan avanzar hacia una sociedad menos injusta y más equitativa.