ondinas

Visitando mares virtuales

7.30.2006

La foto de hoy domingo

Publicada en el periódico La Jornada
¿Es un photoshopazo? Eso quisieran...

7.26.2006

Cuento anti- voto-por-voto

Pasan los días y las noches y la incertidumbre sobre lo ocurrido en aquel negro 2 de julio se hace casi insoportable, por lo menos para algunos, pues para otros más bien la vida ha seguido como si nada con la firme convicción de que al final "triunfarán la legalidad, las instituciones y el estado de derecho". ¡Qué discurso tan bien fabricado! Ya hay muchos que se han ido con aquello de que la paz es primero y de que nos unamos todos (claro, unirnos a intereses que no nos competen en lo más mínimo). Aún no terminan de sorprenderme las estupideces anti-pejeistas que circulan en Internet, sobre todo, las que se reciben por correo electrónico. En una reunión a la que asistí hace poco una joven comentó al respecto: "¡Qué creativos son! ¿no?". Me quedé estupefacta, pues a mi parecer son una sarta de idioteces que ni siquiera están bien sustentadas, ¡vaya! ni siquiera están bien contadas, bien escritas pues...
Mis preguntas son: ¿por qué esa necedad de mantener a toda costa una mentira por parte de gente que muy posiblemente ni siquiera va a recibir algún tipo de beneficio a corto plazo?, ¿quién inventa tanta basura que incluso llega (la misma basura) por diferentes vías?, ¿son cuentos de ciudadanos 'comunes y corrientes' o de algún politiquillo mediano que se dedica a llegarle a las masas con estos mini-cuentos? Otra anotación: he recibido más historias anti-pejeistas vía mail que anti-fecalistas ¿por qué?, ¿es una mini-estrategia que acompaña a la macro-estrategia del miedo?, ¿tan desesperados están por validar su victoria?, entonces ¿por qué los perredistas no inventan también historietas simplonas para desprestigiar a sus opositores? Esto que sigue es solo un ejemplo de lo anterior:
Por, súper por favor, te ruego:
En apoyo al candidato derrotado en la contienda YO LO APOYO en sus intenciones para que se le permita volver a contar voto por voto. Por favor permitan que estén en una bodega López y todos los paquetes electorales (sin crayón por supuesto); y lo dejen contar voto por voto...

Para contar en un día se necesito medio millón de mexicanos; por lo que le va a tomar 7.42 años: 130,000 casillas, 30 minutos cada una (10 votos por minuto), que son 3,900,000 minutos, que son 65,000 horas, que son 2,708.33 días, que son 7.42 años.
Para terminar de contar antes del 31 de agosto se necesitarían al menos 7,812 mexicanos trabajando a marchas forzadas todos los días; pero como López NO confía en ningún mexicano (no confió en 900,000, en donde 200,000 eran probablemente gente que voto por él; e igual no confió en 250,000 representantes de casilla de su partido)... así que mejor dejémoslo sólo en una bodega con los votos... y que hay nos platique en 7.4 años, ...aunque sabiendo que él normalmente se toma como el doble o el triple de tiempo para hacer las cosas (14 años en una licenciatura, 20 min. para hilar 2 frases) pues hay que nos platique en unos 20 o 25 años.
Atte. Uno de los 243,934 mexicanos que significamos la diferencia.
Por favor reenvía este mail a todos los mexicanos que conozcas, para que se apoye el recuento VOTO x VOTO, es decir que se permita encerrar a López y a los paquetes electorales en una bodega por lo menos 20 años.
Gracias por tu apoyo
Solamente una persona con un mínimo de inteligencia, capital cultural, reducido criterio y muy poca información sobre el acontecer público y político pudo haber escrito esto (o alguien que por tener estos atributos lo hace con toda maquiavélica intención). Habría muchos argumentos para deshacer este escrito anónimo pero no los mencionaré todos, solamente dos. En primer lugar, habría, de ser ése el caso, miles de ciudadanos y ciudadanas dispuestos a participar en un nuevo conteo con tal de tener la plena certidumbre de que quien se ha proclamado triunfador es el verdadero triunfador. En segundo lugar, es muy triste ver cómo en estos discursos siempre se perciben, entre líneas, los criterios no de la derecha, sino de la terrible 'ultra- derecha', grupo que siempre le ha apostado a callar y a encerrar a sus oponentes, encarcelarlos, amedrentarlos y eliminarlos sin previa negociación o discusión: esto es lo que desearían, verlo encerrado, aunque no precisamente en una casilla contando votos...

7.12.2006

CRONICAS DEL 2010. PARTE CUATRO. BAILANDO POR UN EMPLEO.

Estimado TF:

La última nueva: Debido a que aún no tengo trabajo estable he decidido iniciar los trámites para entrar al programa dominguero de Televisa “Bailando por un empleo”. Este consiste en que bailas con un ‘famoso’ durante ocho fines de semana y te califican para que al final puedas tener un buen trabajo, el que siempre has soñado. Lo único malo son las restricciones del premio: te emplearán solamente por un año, sin contrato, por honorarios, en el lugar que ellos decidan y se hará un segundo programa de ésos ‘Reality Shows’ para grabar todo el tiempo que permanezcas en el empleo y ver la posibilidad de contratarte por otro año más (por supuesto, tu imagen será propiedad de Televisa para siempre). Lo bueno es que ya no sólo te califican famosos expertos en baile, sino también "5 científicos" avalados internacionalmente y con conocimientos fiables y transparentes. Además el concurso es patrocinado por el "gobierno de los pacíficos" en su continuo intento por crear empleos a como dé lugar.

También existe la opción de entrar a La Academia en su versión número ‘10’ pero, además de que no soporto a TV Azteca, es muy difícil entrar ahí, debes tener mucho, muchísimo talento. Ayer estuve formada en una fila como de 500 personas para hacer mi primera audición para "Bailando por un empleo", llevaba una minifalda a cuadros de las que se usaban antes, pero ¿qué crees?, cuando ya llevaba dos horas formada me sacaron de la fila y tuve que regresar a mi casa a cambiarme de ropa ¡sólo por llevar esa prenda “tan indecente”!, sabes que solamente los ya famosos, actrices y actores, están autorizados para portar tales vestimentas. Una tercera vía (y no ya la de Giddens) es tener más y más hijos, pues ahora por cada hijo que tengas (de preferencia varón) te dan un bono semestral para mantener al chamaco, con eso de que ahora resulta que la población de niños y jóvenes disminuyó y ahora somos un país de viejitos... ¿Te animas?

7.10.2006

Confrontación...


Los comentarios que han dejado en el pasado POST dan cuenta de la división que existe actualmente entre los mexicanos y mexicanas. Considero que nadie tiene la verdad aunque hay algunas verdades más cercanas a la realidad que otras (¡qué posmoderno suena! en fin…) y una de estas verdades es, por ejemplo, el que con un gobierno panista en nada va a cambiar la situación actual, ¿por qué? pues porque es solamente una continuación (mal hecha) del priísmo liberal (ni siquiera de aquél priísmo ‘revolucionario’ que construía museos, Seguro Social, universidades, etc.) y que en un sexenio (¡seis años! ¿no es suficiente?) ha demostrado ser incapaz de llevar la dirección de un país como México.

Un partido político que siempre ha estado ideológicamente en contra de la igualdad entre mujeres y hombres, en oposición a las minorías sexuales (y a toda minoría), cercano a las alas más reaccionarias de la iglesia católica, apoyado por la más alta burguesía del país, con un mínimo conocimiento cultural, alejado de toda problemática social. Aclaro: no todos los panistas y simpatizantes del PAN son así, tengo muchos amigos y amigas queridos que militan en ese partido, gente joven, con grandes ideales, trabajadores, cultos y con muchas ganas de que el país salga adelante. Sin embargo, lamentablemente, la esencia panista sigue estando muy impregnada de tintes conservadores que no permiten un debate abierto sobre temas como el aborto, la homosexualidad, la legalización de las drogas, la apertura religiosa, etc...

7.08.2006

La esperanza... ¿murió?


El día está gris como la esperanza que muchos compartíamos. Se respira en el aire una sensación de engaño e injusticia. La gente está enojada, triste, desanimada (aunque no toda, claro está). Los autodenominados “pacíficos” gritan a los cuatro vientos y en la cara de quien se deje su victoria, exacerbando los ánimos, generando confrontación, animando a la violencia. No escuchan razones ni argumentos en su contra: están cegados por su dudoso triunfo. Todos dicen: “ya, ya, borrón y cuenta nueva, súmense a nosotros y volvamos a empezar”.

Aclaro: Mi posición es tal que no me afectará mucho o, por lo menos, no directamente quién esté en el poder, tengo trabajo, qué comer, cómo vivir más o menos dignamente. Pero me invade una profunda tristeza por las mujeres y hombres que habían depositado su fe y porvenir en el señor López. Personas que merecen un cambio, mejores condiciones de vida, más ingresos, empleo, vivienda, educación, inclusión, etc. ¿Eso se los darán los “pacíficos”? Por supuesto que no, si no lo hicieron en este sexenio, no creo que lo hubieran hecho en otro y otro más. ¿Se los daría el señor López? Posiblemente si, y si no fuera así por lo menos merecían la oportunidad.

Más tristeza me da, cuando todos los medios, la opinión pública en general, de un momento a otro, se vuelca a favor del candidato del fraude. Surgen analistas (Krauze, Camín, Loaeza, ¿qué calidad moral tienen si se conoce su pasado priísta?) que legitiman el triunfo, científicos que avalan la maniobra y los comentaristas de radio y televisión mejor se callan. Muy irresponsable de parte de este señor que se dice ganador el que ande anunciando la “V” de victoria sin esperar los tiempos y las formas institucionales. Debería esperar, aclarar, volver a contar y dejarnos a todos plenamente convencidos de que verdaderamente ganó. Solo así la gente estará (esteremos) tranquila.

7.06.2006

CRÓNICAS DEL 2010. PARTE DOS. LA FUERZA DE LOS PACÍFICOS.

Estimado TF:

No se nada de ti aún y estoy muy preocupada; espero no te hayan encontrado los del SI. La cosa se pone fea, cada día más. Ahora este grupo de los azules que se hace llamar “la fuerza de los pacíficos” (FP) han anunciado la instalación de un MEGA-MALL en la zona perdida de Nezahualcóyotl. ¿Qué harán con toda la gente que vive ahí? Pues la van a reubicar en otros lugares, les están ofreciendo casas en San Felipe (Torres Mochas) y en La Chinantla. Todo esto con la finalidad de que se elimine de tajo la delincuencia y la pobreza en la zona, pues con el MEGA-MALL se producirán empleos, se embellecerá la zona y ¡taráan! se creará una especie de Santa Fe II como producto de un acto mágico. ¿Te conté ya que en este distrito se está usando el dólar como moneda oficial? ¿Es así también por allá? Contesta pronto...

7.05.2006

CRÓNICAS DEL 2010. PARTE UNO.

Estimado TF:
Espero te encuentres bien a pesar de que, en tu última carta, me has contando el episodio de la llegada de elementos de la policía a tu morada. Aún no puedo creer que tu vecina, la Luna, te haya delatado a la PE (Policía Especial) por haber puesto algunos globos amarillos en la fiesta de cumpleaños de Melanie y que te hayan fichado como posible conspirador. Bueno, en realidad, si lo creo porque el otro día me tocó ver en el metro Tacubaya que unos elementos de la policía llevaban a una señora del brazo, no supe qué había hecho pero llevaba un delantal amarillo (pensé que era por eso, pero también pensé que mi mente ha estado muy paranoica por todo lo que sucede en los últimos tiempos). Te cuento que aún sigo buscando empleo, tuve uno temporal, pero ya sabes, sin contrato, por honorarios, sin prestaciones y ¡lo peor!, tuve que hacerme una prueba de embarazo, de sida, anti-drogas, anti-alcohol y de no sé que más para poder entrar; y sólo para trabajar seis meses, con un sueldo mísero, porque mi título -como es de universidad pública- ya está más que devaluado y, más aún, al ser de ciencias sociales, resulta inservible en las condiciones actuales.

Me acuerdo que antes se hablaba de la desaparición de las disciplinas sociales a favor de las técnicas o científicas, pero nunca imaginé que fuera a realizarse en realidad. Ya sabrás que la única carrera que queda relativa a lo social es la “licenciatura en ciencias humanas para la empresa”; también intenté dar clases en esta carrera, ya que conocía al director, pero me dijo que no querían antropólogos ahí (con eso de que nos consideran cercanos a la revuelta del 2006). Uno de mis planes en algún momento fue meterme a administración o mercadotecnia para poder competir en el mercado laboral pero por mi edad y las altas colegiaturas de las universidades que aún quedan en pie me resultó imposible. También intenté viajar al extranjero y poder hacer una vida lejos de este lugar, lleno de cámaras por todos lados y vigilancia, pero los trámites ahora para ir a Estados Unidos o a Europa son cada día más difíciles ¡si, más que antes!. A los latinoamericanos nos han cerrado las puertas por completo, sobre todo a los mexicanos, ya que nuestro azulado gobierno ha perdido la mayoría de sus buenas relaciones internacionales; vaya ¡ya ni siquiera hay un sistema de becas para estudiar en el extranjero!

En cuanto a tu pregunta sobre el estado de la casita que me habían dado en el sexenio pasado todo sigue igual. Como todas las demás viviendas entregadas por el gobierno, ha tenido algunos defectos, se sigue inundando y he tenido que tirar el cuarto de atrás porque las cuarteaduras y goteras ya eran extremas. Además la zona en donde está, tan alejada de la ciudad, se ha convertido en un foco de problemas y delincuencia, ya nadie la quiere rentar. Se rumora que por ahí hay algunas células de la Resistencia, quienes pusieron una bomba en un mini-Wal-Mart hace dos semanas. Pero yo creo que la gente de la Resistencia, por los postulados que maneja, los (te) conozco bien, no serían capaces de tal cosa. Tengo idea de quién fue y todos la tenemos. En fin, se me acaba la pila de esta vieja Lap así que ya no puedo seguir….

Espero tu respuesta muy pronto. Recuerda incluir el código secreto para que tu escrito no sea captado por el SI.
LG

7.04.2006

Un "cuento" de derecha

En los últimos días he recibido varios correos electrónicos de amigos y compañeros (incluso desconocidos) que se preocupan porque mi posición siempre ha sido coqueta con la "izquierda". Esto se debe, yo creo, a la preocupación de que fuera yo a votar por el Sr. López. Reproduzco uno de estos cuentos y a continuación la respuesta al mismo.

Una universitaria cursaba el sexto semestre de sus estudios. Como es común en los universitarios, pensaba que era de izquierda y estaba a favor de la distribución de la riqueza, que aún ella no había logrado. Tenía vergüenza que su padre fuera de derecha y que se opusiera a los programas socialistas, proyectos de ley que otorgaban beneficios a los que no los merecían e impuestos más altos para los que tenían mayores ingresos de dinero. Sus honorables y objetivos profesores le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada.
Por lo anterior, un día se decidió a enfrentar a su padre.
Le habló del materialismo histórico, la dialéctica de Marx, tratándole de hacerle ver a su padre cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto como el que defendía la derecha.
En medio de la conversación su padre le pregunto: ¿Cómo van las clases?
Van bien - respondió la estudiante - tengo promedio de notas de 10.
Me cuesta, no tengo vida social y duermo poco, pero lo logro.
El padre pregunta: ¿Y a tu amiga Soledad, cómo le ha ido?
La hija respondió muy segura de sí misma:
Muy mal, Soledad tiene cuatro de promedio.
Se la pasa todo el tiempo en los centros comerciales, o anda de fiesta en fiesta, no estudia y muchas veces ni siquiera asiste a clases. No me extraña que repita el semestre.
El padre mirándola a los ojos, le respondió:
Entonces busca al Jefe de Departamento o al Decano mismo, a quien tú quieras y pídele que le transfiera 3 de los 10 puntos tuyos a ella, para que ambas tengan un 7, esta sería una buena y democrática distribución de notas.
Ella indignada le gritó: Por qué?! He tenido que trabajar muy duro para
lograr mi promedio, mientras que Soledad se ha limitado a no estudiar y a
buscar el lado fácil de la vida.
No le pienso regalar mi trabajo a otra persona.
Su padre la abrazó cariñosamente y le dijo:
"¡¡¡BIENVENIDA A LA DERECHA!!
FAVOR DE CONTAR LA ANECDOTA A PERREDISTAS.

Ojalá la realidad social o el tener una ideología de derecha o de izquierda fuera así de sencillo. Este es un cuento que simplifica extraordinariamente lo que es tener una “disposición hacia la izquierda” (leer por favor a Pierre Bourdieu compañeros) y de cuyo contenido, en diversas formas, he recibido bastante en estos últimos días. No es fácil vivir en un mundo completamente capitalista, trabajar en un lugar caracterizado por su ‘explotación’ intrínseca, tener ascendencia familiar “burguesa” y disfrutar de una vida relativamente cómoda, y decir que se simpatiza con Marcuse, Horkheimer o Habermas. Te califican como incoherente o falto de inteligencia (y esto, atenuando los calificativos).

Si el no tener trabajo, dinero y educación fuera exclusivamente por huevonería y el tener un auto, riqueza y oportunidades fuera simplemente debido al trabajo y entrega individual, entonces me encantaría sumarme a la que llaman ‘derecha’. En esta especie de utopía que muchos creen realista (así se construye, por cierto, el imaginario del sueño americano) sabrías perfectamente que si te esfuerzas, trabajas mucho y cumples con todos los lineamientos que tu patrón te exige tendrías lo que mereces y vivirías feliz para siempre. Lamentablemente esto no ocurre así (sobre todo en México) y los ejemplos abundan al salir a la calle y ver a tantos niños vestidos de payasitos en los semáforos, casitas de lámina alrededor de todos los centros urbanos, jóvenes que salen de la escuela y no encuentran un lugar en donde trabajar; no se vayan más lejos: en su propia familia pueden encontrar aquellos casos de quienes han trabajado toda la vida y al final no tienen nada (¿han sido flojos acaso?).

No compañeros, no es solamente una cuestión de trabajo arduo individual, de entrega y lucha individual absoluta para llegar a la meta de una “vida bien”. Se trata de que estructuralmente vivimos en un modo capitalista que necesariamente así funciona: tiene que haber gente abajo para que haya también gente arriba, el desempleo (ejército de reserva) es parte fundamental de este sistema, las desigualdades sociales también y, por supuesto, la creencia en el individuo es su principal motor. Para llegar a esta vida que llevamos, tanto ustedes como yo, no sólo fue cuestión de un trabajo individual, el clásico “yo sí la hice porque soy trabajador” sino de que tuvimos la oportunidad de estudiar, de tener una familia que nos apoyó en esto, de que hemos tenido la oportunidad de leer, de viajar, de formarnos una conciencia sobre el trabajo y, tal vez, hasta de “palancas”. La mayoría de la gente no tiene esta formación, esta “alta cultura” de la lectura o la conciencia política, estas redes sociales que ayudan a ubicarte mejor en el campo laboral y mientras no tengamos todos, hombres y mujeres, las mismas oportunidades educativas, económicas, culturales, no se podrá culpar a aquellos que “no la hacen” por su ineptitud, su hueva o vida viciosa.

Una última cuestión: creo en la igualdad, si, pero en aquella igualdad a partir de la diferencia. Afortunadamente los seres humanos somos diferentes, jóvenes, niños, mujeres, hombres, mexicanos, españoles, cristianos, budistas, alegres, tristes, melancólicos, homosexuales, sacerdotes, del PAN, del PRI o del PRD; la diversidad es parte fundamental de la vida social y ¡qué bien!, es maravilloso que todos seamos diferentes, de lo contrario sería muy aburrido, opaco y triste (como –ustedes seguramente pensarán- sucede en los regímenes totalitarios y dictatoriales). Sin embargo, los diferentes merecemos IGUALDAD en oportunidades, pues solamente desde ahí cada uno podría decidir si quiere estudiar o no, si quiere tener dinero o no, si quiere tener un auto del año o no, en pocas palabras si desea ser pobre o rico. Esto último sería entonces una verdadera elección individual, y esta no sería una sociedad de izquierda o derecha, sencillamente sería una SOCIEDAD MAS EQUITATIVA.

7.03.2006

¿Y ahora qué?

No quisiera ser pesimista pero ¿podemos confiar en lo que el IFE decida? Yo no creo, ya que es una institución que en la actualidad no se caracteriza por su neutralidad y está formada por individuos que se identifican por su cercanía con los círculos de poder, sobre todo, panistas.

Me gustaría, como hice ayer, poder salir a las calles nuevamente y preguntar a la gente qué siente de estar en la completa incertidumbre, con la única certeza de que habrá inconformidades de cualquiera de los bandos perdedores y de que la guerra (de campaña) aún no termina. Digo, me gustaría salir a las calles pero ya no puedo. Debo estar en cama todo el día de hoy ya que ayer me sobre-pasé. Me queda claro una cosa: la mitad de los que votamos ayer estaremos inconformes con el resultado que se de a conocer ¡hasta el miércoles!

Espero haber contribuido, aunque sea dentro de lo cotidiano, de lo no generalizable, de casos aislados y de mi propia experiencia a este ejercicio compartido.

7.02.2006

Recorrido por algunas calles del sur del DF


10:15 de la mañana

-¿Por quién vas a votar ‘ca’?
-Por el PRD
-No, mejor Felipe, está dando barbacoa.
-¿Dónde?
-Por allá...

Esto fue lo primero que escuché en mi camino hacia una de las casillas ubicada en una de las callecitas del barrio de la Magdalena Culhuacán en la delegación Coyoacán. Quien preguntó era un hombre corpulento, trabajador –se veía en las grietas de su piel y rostro- que iba acompañado de un grupo de hombres en sus treinta o cuarenta años, todos caminaban en medio de la calle, sin importar el paso de los autos. Quien respondió determinante a la pregunta era un hombre mayor, quien atendía dentro de una tienda de abarrotes mientras veía en la televisión el seguimiento de las elecciones. Quise seguir al grupo de hombres - que partían hacia donde estaba supuestamente la repartición de comida, pero dieron vuelta en un callejón y ya no los pude seguir (acabo de tener un accidente automovilístico y no puedo moverme mucho, es una lástima).

-¿Por quién va a votar señora?
-Por López Obrador.
-¿Por qué?
-Porque es el menos malo... me cae bien.
-¿Para diputados y senadores, por quién?
-No sé, no los conozco, no había pensado. Nada más tenía pensado para presidente.
-¿Para jefe de gobierno?
-Pues por Ebrad, no sé.
-¿Por qué?
(Se queda pensando) Para que se pongan de acuerdo (él) con López Obrador, que son del PRD...

Esta fue una breve entrevista que hice a una mujer, profesora de primaria de unos cincuenta años, quien acudía con su familia a votar a la casilla que me correspondía. Comentó que todos iban a votar por López Obrador. Habían acudido temprano porque más tarde “iba a haber mucha gente”. Ella lo sabía pues hacía seis años había ejercido como funcionaria de casilla “No me gustó nada eso” dijo. “¿Quién ganó en aquella ocasión?” pregunté, “El PAN creo... si, el PAN”.

“¿Por quién votaron?” Pregunté -después de votar- a un par de jóvenes que acababan de salir junto conmigo de la casilla, por supuesto con el protocolo de decir por qué les preguntaba si el voto “es secreto” (dice al entrar a la casilla). “Por PRD para presidente y jefe de gobierno y todo lo demás por Alternativa”, dijo la joven quien votaba por primera vez. “¿Por qué?”, “Pues nomás”. “¿Y tú?”, “Igual, por el Peje para presidente y también PRD para jefe de gobierno, lo demás por Alternativa”, “¿Por qué?”, “Pues por sus ideas... para que tengan peso en el Congreso, son los más centrados”, respondió el joven de 27 años, quien votaba –para presidente- por segunda vez.


De 12 del día a 2 de la tarde


-¿Ya fueron a votar? Pregunté a un grupo de lava-autos que desayunaban afuera de su chamba unos tacos de guisado.
-Yo no voy a ir, no tengo credencial, soy de Guerrero.
-¿Y usted?
-Si después.
-¿Por quién va a votar?
-Por Madrazo.
-¿Por qué?
-Pues porque tiene las mejores propuestas, me gusta, es el mejor.


Decidí –a pesar de mi condición- ir a caminar en los alrededores del barrio de Culhuacán, avenida Taxqueña y Miramontes. Muchos autos, mucha gente en la calle. Parecía –o por lo menos, así lo percibí yo- que todos estaban en la vía pública para ir a votar. Familias completas llegaban a las casillas que me tocó ver para poder emitir su voto, mucha gente mayor, niños, incluso personas en silla de ruedas acompañadas de sus sobrinos, hijos o papás. En una casilla, ubicada en Escuela Naval Militar, frente a una tienda del ISSSTE –de las pocas que aún sobreviven en esta ciudad- me quedé sentada un rato. Observé cómo también los niños estaban ansiosos por ayudar a sus papás y mamás a tachar las boletas o a meter las “cartitas” en los casilleros: “Yo mamá, déjame a mi”, “Si, pero dóblala más, así”, y salía la pequeña con una sonrisa en los labios por haber ayudado en tan importante labor. Otro niño, de unos ocho años, miraba azorado cómo un funcionario de casilla le sellaba el dedo a su papá, éste le enseñó el pulgar al pequeño y los dos se voltearon a ver riendo. Todos en armonía saludando al vecino o vecina que rara vez veían y que, quizás, hacía mucho que no cruzaban palabra entre sí:

“¡Hola! ¡Qué milagro! ¿Cómo estás?” –Preguntó una anciana a un chavo de unos veinte años- “Hacía mucho que no te veía, ¡qué grande estás!... ¿Ya fuiste a votar?”, “No, me toca la casilla que está al otro lado, mis papás son los que vienen aquí” –respondió el joven un tanto turbado- “¿Es tu primera vez?”, “Si”…

“¡Hola! ¿Cómo estás?”, “Bien, ¿y tú?” (beso en la mejilla). Dos chavas, se saludaron al llegar a la casilla y aprovecharon el momento para platicar un rato antes de entrar a votar. Al ver que cada vez llegaba más gente (era como la una) decidieron entrar y formarse al fondo, no sin antes prometer que se llamarían después “para seguirle”…

A esta hora ya había una gran cantidad de personas en esa casilla, incluso cuando la casilla se era bastante amplia por ubicarse en una escuela primaria, se formó en un momento una cola como de unas quince personas. Mi columna comenzó a doler un poco (por lo del accidente, insisto) y decidí regresar cuanto antes a mi casa. Tomé un taxi y aproveché para hablar con el conductor: “como siempre, accederá a platicar, así son los taxistas” pensé, pero me equivoqué en esta ocasión, pues el joven taxista de unos treinta años o menos no quería hablar mucho que digamos. O por lo menos no habló tanto como en aquellos programas de MTV en los que un taxista hablaba sin parar con la gente que se subía en su auto (estereotipo televisivo, si lo sé).

-¿Y usted ya fue a votar?
-No, yo soy de Veracruz y no puedo.
-¿Y por quién votaría si pudiera?
-Pues por el PAN.
-¿Por qué?
-Yo siempre he sido panista.
-¿Cómo?
-Soy militante, me conviene que gane el PAN de presidente y de jefe del gobierno del DF… Mire ahí está el Sodi, yo votaría por él (y señaló un anuncio espectacular en Avenida Santa Ana). ¿Usté es del PRD verdad?
-¿Por qué?
-No sé, se le ve… Pues es el que va a ganar yo creo.
-¿Le gustó como gobernó el PAN en estos seis años?
-No, pues más o menos, no tanto.
-¿Entonces por qué votaría por el PAN?
-Yo soy panista de siempre, de corazón.
-¿Aunque no le haya gustado votaría otra vez por el PAN?
-Si, siempre el PAN sea como sea.
-¿Le gustó como gobernó el PRD en la ciudad?
(Y por el retrovisor del taxi me hizo un gesto negativo y antipático).

Todas las conversaciones que estoy escribiendo son de gente tomada al azar, en la calle, afuera de las casillas, en el taxi. De manera aleatoria he elegido a las personas y las respuestas han sido muy variables pero también, muy parejas. Por lo menos me han tocado simpatizantes de los tres partidos principales y nadie que haya votado o que fuera a votar por los pequeños partidos. No ha sido hasta el momento fácil –aunque la redacción así lo parezca- pues no cualquiera contesta a la pregunta de por quién se va a votar. Muchos, quizás la mitad de las personas, han respondido tajantes e incluso groseros: “No señorita, no le voy a decir” o “El voto es secreto oiga”. Al principio explicaba con detalle el para qué y el por qué de mi pregunta, incluso mostraba mi credencial de estudiante o de profesora o cualquier otra identificación, pero quienes no quieren contestar desde el principio, no contestarán ni con la mejor explicación posible. Por eso decidí no explicar mucho el motivo de mis preguntas y no sacar más la grabadora pues la gente se mostraba más distante y hostil (de todas formas no tenía pilas): “Es que, en estos últimos días, hay mucha gente por las calles que pregunta por quién vas a votar y son de partidos, incluso me ha tocado que me pidan mis datos y teléfono. El otro día unos del PAN me preguntaron por quién iba a votar y me pidieron mi teléfono… por supuesto que no les dije ni madres”, comentó mi hermano quien me acompañó en mi travesía por algunas calles de la ciudad de 12 a 2 de la tarde.

-¿Usted señora, ya fue a va a votar?
-Si.
-¿Me puede decir por quién votó?
-Pues por el López Obrador.
-¿Y de diputados, jefe de gobierno y senadores?
-Por el mismo.


Esta fue la última conversación que he tenido, antes de poder llegar a casa en mi corta caminata. Esta mujer, mayor ella, estaba con su nieta esperando el pesero en la parada en la que me dejó el taxista militante panista. Por cierto que el taxi no traía taxímetro y me cobró “Lo que yo quisiera darle”. Me explicó que hoy no trabajan los taxistas y que, por lo tanto, no tenía taxímetro, aunque no entendí ni entiendo bien la lógica de este razonamiento.


Como a las tres

Hasta el momento (dos de la tarde) había caminado por calles y barrios “populares” cercanos a mi casa, incluso pasé por el mercado de La Salud en donde no me sorprendió ver más gente en los puestos de comida, carnitas, sopes, quesadillas, frituras, que en las casillas de votación. Éstas se ubicaban en escuelas, centros comunitarios o casonas tipo vecindad muy bien acondicionadas. La gente, como comenté antes, contestaba poco confiada a mis preguntas, aunque hubo algunas -que he reproducido- que accedían a brindarme la información que buscaba. Había armonía, tranquilidad, amabilidad, sobre todo cuando preguntaba a los transeúntes en dónde se ubicaban las casillas, claro está, solo para mirar y tomar fotos: “Claro que sí señorita, por allá”, “Siga derecho, si quiere la acompañamos”, “Depende del número que tenga en su credencial, ¿qué número tiene?”, etc., etc. Después de descansar un rato, como a las tres de la tarde, caminé hacia el fraccionamiento de enfrente, Paseos de Taxqueña -donde se encuentran residencias y departamentos de clase media alta-, para comparar si el comportamiento en las casillas era el mismo o variaba de aquellas casillas ubicadas en los lugares visitados (de clase media baja o baja).

Si, definitivamente hubo cambios. A esta casilla, ubicada en Paseos de los Sauces, la gente llegaba en auto, camionetas, coches nuevos en su mayoría y se formaba ordenadamente en la fila (ya como de 20 personas para esa hora) sin saludar, ni mirar a los otros. Al parecer nadie se conocía o, por lo menos, los vecinos no querían saludarse entre sí. Simplemente emitían su voto y salían rápidamente por donde entraban. Su auto –quizás con el chofer o algún familiar al volante- los esperaba en la entrada, ingresaban en éste y se marchaban apresurados. Lentes oscuros, pulseras doradas y celulares en mano: la gente en la fila estaba más interesada en llamar por teléfono, en su imagen, que en ver qué había o qué pasaba a su alrededor. Una casilla muy aburrida, por cierto. Recordé aquello de “la distinción” de Bourdieu: los símbolos que utiliza la pequeña burguesía para significar su posición en el espacio social, su altura o status, sus gustos similares en los que se reconocen como iguales. De las dos personas a las que quise entrevistar, ninguna se dejó preguntar. La incomodidad que sentí en este ambiente me hizo regresar a casa para descansar mi columna una vez más, sobre todo después de que una dama muy elegante, bien maquillada, me miraba fijamente con desconfianza y desaprobación (quizás por el collarín que llevo desde hace dos semanas).



Más tarde

He salido en automóvil, como a eso de las 6 de la tarde. Llovía ligeramente en la ciudad de México y aún se veía movimiento en las calles, aunque no tanta como hacía unas horas. Fui a rentar una película al Blockbuster más cercano (ni modo, no hay otra cosa más cercana, lo bueno que ya tiene su sección de ‘arte’). Un jovencito, de lentes y camisa a cuadritos, muy chistoso -de ésos que explotan en ese tipo de lugares- me preguntó si me podía ayudar a encontrar alguna película. Le contesté que gracias pero no, y aproveché (necia yo) para hacerle mis preguntas del día:

-¿Con el horario de trabajo de aquí puede uno ir a votar?
Me miró fijamente, tieso y extrañado. Pensé que quizás no tenía la edad suficiente para votar, pues se veía como de unos 16 años. También pensé que ni al caso mi pregunta y que debía dejar de hacer esto de una vez por todas.
-Pues si ¿por qué no? Yo entré apenas a las 5 a trabajar. Mi amigo salió a las 3 y pues se fue a votar.
-¿Y tu...? -dudé un poco- ¿fuiste a votar?
-Si (pareció haberlo dicho con mucho orgullo y me tranquilicé).


Continuó acomodando películas y preguntando a los clientes si deseaban alguna ayuda. Me dio un poco de tristeza, no sé por qué. Salí, después de escoger algo de arte; la lluvia estaba ya mojándolo todo. Me mojé el cabello y mi collarín en lo que corrí al auto. Mucho movimiento por hoy. Ya no aguanto mucho.

Ahora escribo mientras la televisión anuncia que pronto se conocerán a los ganadores. Por lo pronto aquí en el DF ya ganó el PRD. No tengo, desafortunadamente, una opinión al respecto.

7.01.2006

Todos mañana a votar y a observar...

Me complace participar el día de mañana en este ejercicio ciudadano de observación de las elecciones que se llevarán a cabo en México. Este en un buen pretexto, y muy importante, para actualizar este espacio de verano. Espero que tod@s estén al tanto de lo que sucederá. ¿Qué pasará en las casillas de votación a lo largo del día en el D.F?